sábado, 18 de abril de 2009

Mañana estrenamos sherpa

Si las cosas son como tienen que ser, mañana hará su reaparición estelar el sherpa-Ninio. Dejando atrás maratones con resultados más que decepcionantes (2h49m en París; ni siquiera entró entre los 5 primeros), retoma el verdadero deporte de sherpas en su (corta) preparación para Ronda.
Alguna le tendrá preparada el sherpa-Escabeche
No se ha hablado nada, pero podríamos hacer una incursión para ojear el terreno y ver cómo está la Fuenfría de cara a los ansiados Calamares '09. Después Gallo, Navalazor, etc... En este caso, preparados para barros, resbalones y humedades. Pero como casi nunca lo planteado es lo que se realiza, espero delante de la pantalla propuestas... pero que luego no se me diga que no tengo la ruta en el GPS, porque con este equipo no hay quien prepare nada que luego se cumpla.
¡Quiero ver mañana a todos los sherpas! ¿Entendido?
  • Váyase donde se vaya, quedamos, en principio, a las 8'45 en el Azoguejo, 9 en Kandilandia y 9'15 en Robledo ¿fale?.
Se ruega confirmación.
P.D.: según parece, y haciendo caso de los resultados casi-definitivos de la encuesta semanal, parece que el sh-Sherpa tendrá que entonar una cancioncilla y además, tenemos pagadas las cervezas del final de etapa.

domingo, 12 de abril de 2009

La Risca de Valdeprados, en el río Moros

Como todas las grandes aventuras, y ésta lo es, todo empezó por un cúmulo de hechos inesperados. El primero de ellos fue la nevada ("preciosa nevada", que diría la ya añorada ex-ministra) que cayó sobre Segovia el viernes, y que hizo que nuestros planes sobre la sierra se truncaran (o truncasen). Abajo, foto desde mi balcón, que da fe.
Nevó bien el viernes; se suspendió la procesión de los Pasos
El segundo de los hechos fue la limpieza del desván, a la que la ociosidad de estas vacaciones obligó al sherpa-Xomin. Entre botellas de Chivas recubiertas por una pátina (en esencia, suciedad) de varios milímetros, y confundida con otros documentos intrascendentes (facturas impagadas, la mayoría) encontrose el dicho sherpa un antiguo pergamino, firmado por un tal Cide Hamete Benengeli. El tal gachó, de quien ninguno tenemos la más mínima noticia, había esbozado un mapa con intrincados caminos y arcanas anotaciones. Olía muy mal -el mapa-, pero pensando que se trataba del plano de algún lupanar o casa de mujeres que fuman que por algún secreto misterio aún no conocíamos, nos decidimos a investigar. Abajo aparece el mapa de la ruta (verídico, as sure as eggs is eggs).
De veras: esto es lo que llevaba Domingo en la etapa para guiarnos

Pos fale -dijímonos-, quedamos a las 9 y vamos p'allá.


Hacía bastante frío. Es verdad que el comienzo de la etapa fue por asfalto, pero si hubiésemos comenzado por caminos todavía estaríamos volviendo. Además, los paisajes merecían la pena y nos hacían pedalear despreocupados. Esta no es una etapa de grandes desniveles, no discurre por la sierra, y a cualquiera que no conozca la provincia de Segovia le podría parecer, a priori, aburrida. Nada de eso. En esta etapa nos encontramos con una variedad tremenda de paisajes y también de fauna. Aquí un ejemplo de corzos en Riofrío, apenas a 6 km de Segovia capital. 
¿Cuántas poblaciones tienen una suerte parecida? En nuestras etapas no es nada  extraño encontrarnos con corzos, jabalíes, ardillas, buitres, zorros... y, como veremos más adelante, mastines del demonio. Total, que La Losa, Ortigosa, pim-pim, pim-pam, Otero de Herreros (gran comercio en este pueblo: alcanzamos a ver dos bares juntos, panadería y peluquería). Es aquí donde empieza la aventura, pues sherpa-Xomin se echó mano al refajillo, de donde extrajo el antedicho mapa y guiado por el GPS interno que todo sherpa lleva incorporado de serie, descifró los ignotos caracteres del manuscrito y nos hizo dirigirnos hacia un caminillo mu potito.
Era mu potito, pero también arcilloso en extremo (en extremo quiere decir que había arcilla con dos c***). En el punto de la foto acabábamos que parar porque la rueda trasera de sherpa-Pequeñín no giraba. Tanto tubeless, que si llantas DT, que si cubierta LUST, que si tal, y cada rueda pesaba un par de kilos por lo menos. Los que conocéis esa arcilla, ya sabéis lo difícil que se quita la puñetera de ella.
Antes de llegar a las Vegas de Matute, y justito al norte del embalse de Los Ángeles de San Rafael, giramos a la derecha, dejando el abrupto encinar y encontrándonos con unos preciosos y extensos praderones y con el río Moros. Yo reconocí toda esta zona como ya ciclada en una etapa del verano pasado que nos llevó desde la senda del Ingeniero (San Rafael) hasta Segovia por la cañada.
Aquí hicimos un descasillo para investigar una cueva que nos prometía aventuras sin fin.

Sin embargo, el perímetro de la cintura del sherpa-Sherpa hizo imposible la incursión espeleológica. Abajo, s-Xomin saliendo contrariado de la gruta después de desatascar al s-Sherpa.
¡¡¡Cara malo que tiene el Domin!!!
Cogemos nuestras monturas (no asustarse los posibles, si bien improbables, lectores argentinos) y vega p'alante, llegamos al romantiquísimo "Puente de los Enamorados", en el que nos entretuvimos haciendo unas cosas (fotos).

La aproximación a la Risca es complicada para la bici, y en algún tramo nos tuvimos que desmontar. Por fin llegamos a esos parajes en los que curiosamente nunca habíamos estado. Es realmente sorprendente el cañón que hace el río en estas rocas. Asusta acercarse al borde del pequeño precipicio. Para que os hagáis una idea, es la única que que hemos oído decir a s-X "¡Cuidado con el borde!".
Abajo, tres sherpas al borde del precipucio. Falta el más guapo.
Fotos varias, disfrute del paisaje. Sherpa-Sherpa hizo multitud de fotos, pero que nadie espere verlas.


En la pared de enfrente había marcas de escalada. Nosotros optamos por bajar arrastrando el culo. Menos digno, pero más seguro. Luego, como podrá esperarse, subimos.
- - - 
Decidimos volver por otro sitio, por variar y no aburrirnos, como siempre. Nada nos aseguraba que se pudiera ir en bici, pero ¡Qué caramba, somos sherpas!. Pedaleando hacia el horizonte, llegamos a Guijasalbas. El pueblo, por lo que pudimos comprobar, cuenta con cuatro habitantes, a saber: dos vacas y dos ternerillos, además de unos pajaritos muy raros que nos miraban con curiosidad, o quizás, interés.
Había un montón de buitres
Pueblo fantasma de Guijasalbas. De veras, es una pena cómo está, como si acabaran de abandonarlo.

Abajo, el hasta hace poco quinto habitante de Guijasalbas. Se lo habían comido los simpáticos pajaritos de antes. Empezaron por el agujero que puede apreciarse por detrás, y lo habían dejado hueco.
Camino de vuelta, zona un tanto complicado por el pedregoso terreno y la escasa inversión en caminos o sendas, y que siga así. Hicimos un bucle para volver a pasar por el "Puente de los Enamorados", que tanto nos había gustado y en estas que estamos tan tranquis, cuando de repenterre somos atacados traicioneramente por dos mastines (del demonio). Uno a distancia prudencial, y el segundo, Dios lo confunda, haciéndonos la envolvente, en estudiada maniobra. Carreras, gritos, algarabía varia, hasta que el sherpa-Escabeche se puso serio y le tiró una piedra del tamaño de una manzana a la cabeza, cosa que convenció al susodicho animal que otra vez sería. Un rato más, y Valdeprados estaba ya a nuestro alcance.
Bonito pueblo de verdad Valdeprados
Pequeño refrigerio y poca historia más. La vuelta por unas rápidas pistas, dejando a nuestra izquierda Fuentemilanos, pasando por el caserío Valsequilla y saliendo a la carretera de La Losa a Madrona. Todo esto pedaleando como si nos pagaran por ello.
Javier intentando dar a probar a Ignacio su propia medicina
Bueno, ya está bien. Agradezco a mi mujer que está aquí a mi lado (para ver qué hago en Internet, que yo lo sé) su paciencia. También me gustaría acordarme de tantos y tantos sherpas que hoy no han salido y que se han quedado en casa resacosos (no miro a nadie) o están de vuelta de unas soleadas vacaciones, y hago votos para que se pongan fuertes... ¡¡¡QUE QUEDA UN MES!!!.

La etapa, (la real, no la del track, que no aparece desde Segovia) en total tiene unos 58 km de terreno variado, sube y baja no muy duro, pero complicado por las condiciones del terreno. El desnivel acumulado, unos 800 m.

Para terminar, a continuación aparece la transcripción al castellano actual del documento del tal Cide Hamete:


Trialera: Dícese de la parte del camino donde tus huevos abandonan su lugar para hacerle compañia a la garganta.