lunes, 18 de mayo de 2009

Habemos vorvío, zano y zarvo.

Está bien estudiado por los etólogos que si algún rasgo define al pueblo sherpa ese es el rencor. El rencor lo llevan grabado los sherpas en los genes, metido en los huesos. El rencor le sale al sherpa de natural y desde lo más profundo. ¡Esto no va a quedar así! Un sherpa, señores, ni sabe -ni puede- perdonar.
Es por ello que si algún sherpa hace una jugarreta a otro de su mismo grupo, el sueño se le volverá ligero y la mala conciencia (ver Nietzsche) le marcará como traidor.
¿Por qué digo esto? Bueno, pues porque la jugarreta de la furgoneta estropeada con 14 bicis no se le hace a un igual. Un sherpa no hace esto tampoco a un ranger (pueblo menos estudiado que los sherpas, pero con su propia idiosincrasia y que también tiene su corazoncito). Pensábamos que llegábamos a Ronda y nos íbamos a quedar sin bicicletas. Los móviles quemaban y poco a poco ¡nos lo íbamos creyendo!.
Hay que reconocer que los sherpitas lo hicieron muy bien, en primer lugar por controlar las risitas (punto uno) y, sobre todo, por hacer caer en la trampa ¡al mismísimo Pini! (punto dos) que es lo que nos terminó de convencer. En fin...

Todo comenzó hace tiempo, en el año -3 de la edad sherpa, cuando tres pre-sherpas se apuntaron a una carrera en Ronda sin saber muy bien dónde se metían. Iban con mucho miedo, sin ninguna referencia y con la única intención de terminar.
Ese año hizo mucho calor, pero pararon en todos y cada uno de los avituallamientos. A pesar del sufrimiento, les picó el gusanillo de Ronda. Tres ediciones más tarde, el número de enfermos ha aumentado y la expedición contaba con 1o sherpas y 3 rangers. Abajo, la furgo con las burras, cuidadosamente empaquetadas.

El despliegue fue espectacular. La expedición se repartía en 4 coches, furgo y AVE. Sherpas y rangers en acción conjunta, partiendo desde Segovia, Madrid, Guadalajara y Granada. Unos por Despeñaperros y otros por Mérida, previo desvío por Guijuelo, que hacía hambre. Los radares de la Legión estaban desconcertados.


Ya en Ronda, y después del episodio para olvidar (la furgo, las bicis, la supuesta grúa y tal) los sherpas fuimos a la cena de la pasta. Ambiente pre-carrera, pero para el gusto del que escribe algo escasa. Tuvimos que rellenar los estómagos en bares de la localidad. Los caretos de los sherpas no presagiaban nada bueno, como si barruntaran algo (o puede que sendos macarrones se atragantaran a la vez en los gaznates de Ete y Ninio, no puedo decir).

Abajo, el sherpa-Periko, sherpa adoptado, procedente de una etnia extraterrestre. Pone cara de pena, pero cuando se sube en la bici, se transmuta. Es un monstruo, aunque yo le llamo otra cosa. No le afecta la kriptonita, pero pensamos que si le llenamos las ruedas de tierra, algo notará. En su primera participación, no sabía de qué iba el asunto, quedó de los primeros en duatlón (¡pero de los primeros-primeros!).

Como se ve, continuamos consumiendo sustancias dopantes que nos hicieran mejorar fraudulentamente el rendimiento. El sherpa carece de conciencia y de límite.
A la mañana siguiente, después de plantar un pino, embutirnos en nuestros disfraces y dar un repaso al desayuno bufé del hotel, estábamos dispuestos a enfrentarnos a lo que fuera: persona, animal o cosa. En el centro de la foto, un lejía, hecho prisionero por sherpas y rangers. Mu majete.

El campo estaba abarrotao, varios millones de ciclistas por delante de nosotros. Otro año habrá que madrugar más (siempre decimos lo mismo), pero es demasiado pesado estar tanto tiempo en pie esperando la salida.


Encontramos especímenes de todos los rincones de la galaxia: aquí unos habitantes del mismísimo planeta Cuéllar. Saludos, compañeros.


Un poquito pasadas las 10'30, suena el cañonazo, fuegos artificiales y supongo que los vivas a la Legión. Digo supongo, porque estábamos muy lejos. Paseo por las calles de Ronda, en donde las posiciones de los expedicionarios se van definiendo: en avanzadilla, ya fuera de la vista, Ninio y Periko. Yo, mientras, me caigo ridículamente porque se me enreda la cinta de la cámara con la maneta del freno delantero. Torpeza sherpa. Detrás Anselmo y Juanjo. Más tarde, y haciendo el cabra, as usual, Rocinante, acompañado por Ete, Kala y Tris. Los demás, guardando la retaguardia y, como es ya tradición, parando a comprar lotería, que algún año tocará.

Unos kilómetros más adelante, paramos hasta las 11, hora en que se da la salida real. Hay de todo, y para muestra un botón: a este toro le ha salido un tío debajo.

Ya en carrera, con una polvareda que no nos abandonará en todo el día (¿verdad, Ete?), adelantamos a los primeros corredores. ¡Estos sí que son unos monstruos!.

Este es el avituallamiento de Ascari, donde paramos a llenar las botijas de agua y a echar el primer pis. Aquí ya nos adelantaron unos cuantos ciclistas.

Después llegó la primera subida del día, hacia Arriate. Al principio, un cilista que llevaba termómetro comentó que la temperatura era 33º C.; alguién dijo más adelante que llegamos a los 37º. El caso es que empezaba el sufrimiento. Menos mal que a los caballeros legionarios se les olvidó abrir el frasco de los tábanos. Abajo, sherpa-Rocinante tostándose un poquito (foto p'atrás en plena cuesta, cuidado).

Llegué al avituallamiento -como puede apreciarse en la foto- con el forrito polar. Más de 30 kilómetros, ya estaba bien... pero sólo me lo quité para que la gente parara de murmurar a mi alrededor. ¡El resto de la etapa ya me parecería fresquita!.

Dale-pedale, dale-pedale... que llegamos a Setenil de las Bodegas por un acceso distinto al de pasados años. Es algo más duro, pero se compensa por lo bonito del recorrido. Un pueblo precioso, si señor. La foto es del sherpa-Escabeche. Fue duro pasar por ahí, porque bajo la sombra de las rocas, en el pueblo había terrazas en las que los aborígenes tomaban unas cervecitas de escándalo. Tentación superada, seguimos nuestro camino con las fuerzas casi intactas.

Sin embargo en el avituallamiento (Setenil, PV 12 - km 53) la gente ya daba signos de cansancio: la lengua fuera, estiramientos in situ... Hacía mucho calor y estábamos en la mitad del recorrido (¡pero sólo en la cuarta parte del sufrimiento!). La foto es de la cola de la fuente. Rellenar camel y tirar.
"¿Ahora viene lo duro?" me preguntaban los sherpas primerizos. "Tranquilos, que casi hasta el 80 podemos disfrutar", respondía yo, sabiendo lo que nos esperaba. Algún sherpa estaba ya con calambres, pero aguantó hasta el final sin rechistar, como pone en el reglamento.
En el PV 14 - Sanguijuela, tomé este vídeo de un legionario cachondo que, por lo que sé, no paró en todo el día. Un figura.

Lo siguiente era el cuartel de la Legión, donde podríamos refrescarnos la cara y sentarnos un ratillo para tomar un plátano, una barrita, un isostar y un yogur, que si nos tomamos la comida caliente (caldito, filete, pimientos...) no hay quien suba a la ermita con todo ello pegando brincos en el estómago.
En la foto de abajo, los dos reconocibles son sherpa-Kala y sherpa-Rinoceronte; el otro es un negro afro-americano que se hizo amigo nuestro.


Al reanudar la marcha, los caballeros legionarios indicaban el camino a seguir y motivaban constantemente a los corredores (esto no es broma) con gritos de ánimo. A nosotros nos dijeron que teníamos la Santa Misa en Montejaque (tampoco es broma). También, -cualquiera que haya hecho en bici esta prueba lo puede corroborar-, cuando les preguntabas que cuánto quedaba para el próximo avituallamiento, indefectiblemente respondían: "Sólo falta un kilómetro".

Aquí es donde empieza lo diver. Cuestas y calor si que habíamos pasado, pero ahora empezaba todo a acumularse: cuestas, calor, polvo, cansancio... Empieza a ser tan importante la cabeza como las piernas. Pero el caso es que a mí también me dolía la cabeza del sol; ese "sol de justicia" que llaman, que a mí me parecía más de injusticia, porque los entrenamientos para Ronda que hemos hecho los sherpas han sido, hasta hace poquísimo, con nieve.
En la foto de abajo (pinchar para ampliar) se ven las primeras rampas de la subida a la ermita, justo antes del tramo horizontal que precede a los tramos más duros.

Subiendo, me encontré con 4 ó 5 (no 405) todoterrenos que bajaban y que, como puede verse, nos taponaron el paso. Fue un alivio; la excusa perfecta para echar el pie a tierra, aunque los tres que íbamos en ello, hicimos como que nos enfadamos. Y que conste en acta que esta cuesta ya cayó enterita el año pasado. Varios sherpas ya saben qué es no bajarse en la cuesta de la ermita.



Sherpa-Kala, que iba delante, se quedó sin foto. El que la tiene en pleno esfuerzo es sherpita-Pequeñín, que sufrió lo suyo pero no se bajó. El único que aguanta el tipo en la foto.

Ya, de la mismísima ermita, cuelgo estas fotos. Una con los Rangers Wonderful Rangers, Rangers para los amigos. No pierden la sonrisa los jodíos.

Y aquí, el sherpa-Apa, que no pierde la compostura. El año que viene se la va a hacer con traje y corbata. (Y bombín en lugar de casco).

Me fastidió un rato, pero paré un momentín en la bajada porque quería tener una foto. Vamos a dejar la modestia a un ladito, y diremos que todos los que aparecen en la foto cayeron, of course. Y creo que alguno más que no llega a salir. ¡De algo tiene que servir bajar domingo a domingo siguiendo a sherpa-(esquirol)-Xomin!.
Y, ya que estamos, una vista de Montejaque desde el mismo sitio.

Sherpa-Kala sale al fin en una foto. Para ello, tienen que pararle en una subida, porque si no, no me da tiempo a sacar la cámara. Esta es una de las pocas cuestas que no pedaleamos, porque en las que nos dejaron, los sherpas las hicimos subiditos, lentos, pero seguros.
Kilómetro 95, ya cerca de la meta. Kala busca la barra de labios en el bolsito para estar guapo en la entrada. El amigo negro está al fondo, meditando acerca de qué hace aquí y que quién le mandará.
¡Coño, unos segovianos! Rafa y Luis, con 95 km en las piernas, y tan contentos.

Bueno, pues ya estamos aquí; sólo una bajadita más y la esperadísima cuesta del Cachondeo. Aquí el cansancio y la euforia se mezclan de una manera extraña.


En la transición divisamos el cortado que hay que superar. Un último esfuerzo, y el premio en la Alameda del Tajo. Como el burriquillo con la zanahoria, la imagen de una cervecita fresquita hace que el pedalear sea menos penoso y nos da fuerza para afrontar con confianza (casi euforia, parece mentira) el último escollo.

La foto es de la interné, pero es que no podía sacar la cámara, aunque algún año sí que hice alguna foto en el Cachondeo, manteniendo a duras penas el equilibrio. Pero había que asegurar que no echábamos el pie a tierra.

La curva que aparece arriba se hace durilla... ¡pero se hace!. Antes, una furgoneta de reparto se había cruzado en mi camino haciendo peligrar el record mundial de no poner el pie ningún año, pero sus esfuerzos fueron vanos. ¡Los sherpitas lo estábamos consiguiendo!.

Otra foto de la güef. En bici no se ve igual. En bici los arcos se mueven y están borrosos. Algunos ni los ven. Y las ruedas y el suelo parecen de velcro. Y la cabeza te duele, y las piernas parece que son de tu primo. Pero da igual, ¡porque Ronda está a punto de caer!.

A estas alturas, sherpa-Periko ya estaba duchado, cambiado, peinado, bebido y meado. Sherpa-Ninio, un poco después. De éste sí que hay constancia gráfica: entra, como todo el mundo, con la sonrisa en la cara.

Bastante más tarde, hacemos acto de presencia en las calles de Ronda. Un poco contrariados, eso sí, pues una chica, a preguntas del sherpa-Ete, nos informa que no somos los primeros en legar. Gracias a los padres del sherpa-Pekeñajo, hay una foto de nuestra entrada en meta. No sale sherpa-Ete pero sí que sale, por fin, el sherpa-Kala sufriendo encima de la burra.

En la Alamada del Tajo nos esperaba un poco de comida, aunque casi no había ganas. Lo que realmente nos apetecía era un poco de líquido fresquito, lo que fuera, y una ducha de campeonato del mundo. Habíamos completado el recorrido sin ningún percance (es extraño, pero de los 13 que fuimos, nadie pinchó) y, aunque aún no teníamos noticias de los demás, estábamos muy contentos (bueno, no todo el mundo estaba de buen humor).

Los sherpas-duatletas. El año que viene les ponemos adoquines en los bolsillos. ¿Qué prisa tendrán? ¡Si luego se aburren esperándonos!.

Los sherpas tranquilos. ¿No podrán ir más rápido? Nos aburrimos esperándoles.
Y es que en el término medio está la virtud.

Y se llegue a la hora que se llegue, todos lo hacemos igual: hodíos pero contentos.

Y para terminar el día, la tradicional cena en Tragabuches. A alguno le costó llegar al final de la cena casi tanto como finalizar la carrera. Unas risas y a la cama, que hace mucho sueño.

Al día siguiente, los que dejamos las bicis las recogimos y nos hicimos unas fotos. La vuelta a casa, cada uno por su lado: unos tieso p'acasa, otros se dieron una vuelta por los chiringuitos de la playa, y nosotros en las terracitas de Sevilla, que en primavera es el mejor sitio del mundo.

Total, que no habíamos terminado y ya estábamos pensando en el año que viene.

Es tarde. Creo que mañana remataré la crónica con alguna que otra foto y el track de la carrera.
Este finde no sé qué haréis, sherpas, pero yo mañana me voy en bici con los chicos del cole y con sherpa-Periko. Y el domingo la Comunión de mi sobrina Natalia.
Y el lunes sherpa-Enriquet inicia su Camino de Santiago. A ver si le convenzo para que, en los hoteles en los que pare, escriba sus pequeñas croniquillas de las etapas. Pequeñas, porque el Camino cansa... ¿a que sí?.


Como mejora para el año que viene, propongo la creación del C.C.C.S. (Centro de Control de Carrera Sherpa) desde el que el Abo Silenciado coordine la carrera de los sherpas. Los sherpas tienen que saber quiénes les persiguen, dónde están los demás sherpas, cuánto nos falta para el siguiente avituallamiento o si hay o no hay puticlú en el siguiente pueblo. Se compran unos pinganillos para cada sherpa, se monta una emisora en una furgoneta con las lunas tintadas de negro y parecemos la NASA.

ATENCIÓN: Sé de buena tinta que el sherpa-Sherpa está preparando un añadido a esta crónica en la que intentará aclarar algunos puntos oscuros de la carrera. Estamos sobre ascuas.

También espero que los sherpas Kala y Rocinante recapaciten y no se les vuelva a pasar por la cabeza lo del duatlón, que yo me lo pasé muy bien con ellos y hay que repetir. Si ellos dos, el negro y el que escribe nos ponemos en serio, podemos bajar más de una hora, seguro. Este es el reto ¿vale, sherpitas?

Cuelgo el track, desde la salida neutralizada, no desde el campo de fútbol.



ÚLTIMA HORA
Crónica autoexculpatoria de sh-Sh que, para estar comprobada por la sherpita-Ire, sigue teniendo algunas faltas aberrantes. Ahí va:
A continuación paso a relatar el porqué 2 rangers llegaron antes que 2 sherpas en ronda:
arrancamos todos juntos de la salida neutralizada, pero sherpa apa es de vejiga floja y en los avituallamientos , además de no perdonar ni uno, no perdía la oportunidad de relajarla,y en alguna ocasión no necesitaba avituallamiento ni na,cualquier zarza le valia al jodío.
en total creo que meó 6 veces ,entre buscar el sitio,elgir el bueno, parar, buscarsela(todos sabemos que en esos momentos la sangre esta en las piernas) mear,sacudírsela,guardarla, arrancar, coger el ritmo......
para las próximas ediciones le vamos a llevar sondado, segun bebe irá meando automáticamente,calculo que el ahorro de tiempo rondara los 45 minutos fácil.
He de reconocer que en el km 90 aprox yo sufrí una descarga, pero fue de bajo voltaje, nada parecido a la de colmenar, pero que sí ocasionó una bajada de ritmo aunque fue más el susto que otra cosa.
El ritmo de los "tranquilos" fue lento,cierto, pero creo que fuimos los que llegamos en mejor estado físico y mental a la meta por que tenéis que reconocer ¡¡¡¡QUE ESTÁIS TODOS COMO PUTAS CABRAS¡¡¡¡¡
(checked by sh-irene)
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Dos fotos más de alguien que estuvo en Setenil, en la cuesta anterior al avituallamiento. En la primera, los dos sherpitas; en la segunda, moi, que casi no se me ve. He repasado un montón de fotos, y no he visto a nadie más. Espero vuestra colaboración, sherpas y rangers.



Y las fotos que faltaban: la entrada en Ronda de los sherpas-acelerados. ¡Claro! Están estrenando la treintena y les sobran energías. Acaban de salir del jardín de infancia y así cualquiera. Yo, a su edad, estaba de copas y no sabía qué era una bici de montaña (no sabía qué era una bici, y tampoco qué era una montaña).
Primero el sherpa-campeón-Periko.
Y después, el sherpa-cuñao-Ninio. El día que pongan 60 en bici y 40 kilómetros corriendo, llega antes de que nosotros lleguemos a Arriate. Pero tiene que entrenar más en bici.
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107,5 km; 2.304 m de desnivel acumulado.

sorpresa, sorpresa

buenas;
padre de sherpa pequeñìn me ha hecho llegar lotería de Ronda (os creìais que os íbais a librar) .
tenemos 8 décimos del nº 86947

el soculento premio lo repartiremos entre 15 (sherpas,rangers y a quièn me dé a mi la gana, que para eso lo he pagado)

domingo, 17 de mayo de 2009

Ya hemos vuelto

Y hay que esperar a que todo se asiente y a organizar los millones de fotos y experiencias con las que hemos vuelto. Pero no me puedo resistir a poner dos fotos que me atrevo a decir que serán míticas. No más comentarios.


El hermano negro del sherpa-Ete
El no-culo del sherpa-Escabeche
...Y una de propina:

Trialera: Dícese de la parte del camino donde tus huevos abandonan su lugar para hacerle compañia a la garganta.