viernes, 19 de junio de 2009

Que qué hacemos, oiga.

Pues al final no ha podido ser, y no he salido ningún día.

Los dos próximos güiquens ni sh-Sh ni yo vamos a estar (otra cosa es entre semanita, ya veremos). Así que tenemos que ir pensando dónde vamos. Voto por etapa madrugadora y larga aunque tranquilita, que todavía estoy un poco malito. También el Escabeche está un poco malito aún.

Comentarios, aportaciones, sugerencias... ¡ya!.

miércoles, 17 de junio de 2009

Salgo el jueves

¿Alguien se apunta para el jueves? Creo que tendré un rato a partir de las 7 y ya apetece...
¡Ah! Este finde va Periko a la Quebrantahuesos. Ya nos contará qué tal, pero me dice que no está en forma. Bueno, yá sabéis qué es "no estar en forma" para el sh-P.

Hago notar que al avisar la salida de mañana, no cuenta como entrenamiento fraudulento.

Llevaré bocata y crema anti-mosquitos. Globerillo total.

domingo, 14 de junio de 2009

A la Camorca por detrás, tris, tras.

  • Todas las fotos de la etapa están aquí.
Pues el caso es que la etapa se presentaba con un sinnúmero de deserciones por motivos varios. Todos ellos más que cuestionables: estudios, resaca, ¡que no estoy en Segovia!... ¡¿Y desde cuándo esas son excusas para un sherpa?! Total, que iniciamos la ruta sherpa-Xomin, sherpa-silluevenovoy-Ete y sherpa-Tris.

Aburridos por el carril bici, el tema de conversación era si el "nevero de San Juan" aguantaría o no este año hasta la fecha que le da nombre. Discusiones acerca de los entrenamientos fraudulentos, y tal.

"¿Ánde vamos?". La pregunta fatídica. Pacá, pallá, que si no sé por qué decimos sitios, que si vamos a acabar en cualquier lugar menos donde digamos... Y al final, vimos que la Camorca estaba distraída, y decidimos atacarla por detrás, que hacía mucho tiempo que no subíamos por allí. Casi todo el mundo sube desde el collado de la Venta de la Fuenfría, pero esta subida ataca la Camorca desde la falsa calzada romana de la Fuenfría, después de la Camorquilla. Digo falsa calzada, porque el trazado se corresponde en realidad con un camino del s. XVIII, y no con la calzada Segovia-Miacum-Titulcia, que a saber por dónde iba (ver el estupendo libro "Los Pasos Históricos de la Sierra de Guadarrama" de Leonardo Fernández Troyano).

Por una vez, los sherpas cumplimos nuestra palabra y nos pusimos manos a la obra. O pies a los pedales. El que escribe estaba todavía algo griposo y veía con buenos ojos el ritmillo cochinero que llevábamos. Como si tuviéramos más de 40 tacos, talmente.

Abandonamos la carretera de Robledo después de pasar el Llano Amarillo y subimos por senderito (que esta vez hicimos agradable) a la barrera por encima del cementerio de Valsaín. Un cuclillo decía "cu-cu" y Xomin le respondía "tras".

Se cansó antes el cuclillo.

Estaba nublado, hacía buena temperatura y empezaba a caer una lluvia que era de agradecer. El asfalto a la Cruz de la Gallega fue tan llevadero que, la verdad, no me acuerdo de haber dado ningún pedal. Además, iba contento con la "nueva" suspensión (¡Fox, tardones!) que hacía que, por fin, la geometría de mi Spe fuera la que tenía que ser.

Y ocurrió aquí que en la Cruz de la Gallega había romería: un montón de biciclistas, unos subían, otros bajaban descelebraos que casi se matan y parados, con avería, tres Rangers de Famóbil. Llevaban una hora (sic) con los pistones de los frenos bloqueados trasteando no-sabían-qué. Sherpa-Xomin sacó su kit de supervivencia y en un pis-pas todo estaba arreglado y la bici mejor que nueva.

Cuando abandonamos boxes, los expedicionarios éramos seis: los tres sherpas referidos y los rangers Joaquín Rueda, Ángel Luis y Alfredo. Este último nos abandonó al empezar la subida por el camino del s. XVIII hacia el cruce de la Camorca. Subimos tranquilitos, charlando y los Rangers -que ya nos conocen- no se sorprendieron cuando no nos pusimos de acuerdo sobre cuál era el desvío verdadero. El caso es que al final acertamos y disfrutamos de la travesía y de sus espectaculares vistas.
Parábamos de cuando en cuando para contemplarar el paisaje. No hacía calor, el ritmo era flojito y ya no llovía. Todo un lujo.
Piscolabis y foto, justo antes de afrontar la subida en sí a la Camorca.
Domingo dijo que olía a boletus y acertó. Lo malo es que el pobre animal fue atropellado, pero aquí queda constancia una vez más del olfato de Xomin.
Subida a la camorca... ¿a que parece que van delante de mí?.

Una vez más contemplando las vistas que nos ofrecía la privilegiada posición de la Camorca.

Los Rangers decidieron volver a casa, que sus compromisos son más importantes que los nuestros. Nosotros decidimos dar una vueltecilla más por ahí, que el día era propicio y las fuerzas no se habían agotado.

Pinchad en la panorámica (360º). Algo chapucera, porque las tareas de este domingo no me dejan entretenerme con el Photoshop. Otro día será.
Está bien el pequeño refugio de la Camorca: la caseta está ordenada, limpia, con bebida y algo de comida y fotos adornándola. No falta un termómetro, ni los diarios en los que la gente apunta, desde hace años, sus impresiones y pensamientos. Espero que todos sigamos respetándolo. Por cierto, no ví la foto que estaba otras veces del zorro Camorquito, que hace años iba a comer en las manos de los visitantes de la cima guarrameña.
Esta mariposa tuvo la bondad de estarse quieta mientras hacía la foto. Otra, más espectacular pero menos paciente, se me escapó.
Nos divertimos bajando de la Camorca a la pista y subiendo de nuevo para desembocar el el asfalto hacia la Fuenfría. 100 metros de asfalto y nos zambullimos en el puritito bosque (gentileza de sherpa-Xomin), sin senda ni nada parecido. Encontramos zona conocida y nos dirigimos como a tomar la senda Desesperada.
Parece que las máquinas estropean el bosque bastante más que las bicis, pero qué le vamos a hacer. Unos tienen la fama...

Nos desviamos para tomar la cabecera del Azud del Acueducto, en el río de la Acebeda. Iba tan contento y confiado, que en el paso de unas raices reboté y salí disparado de la moto. La chingoleta fue una anécdota más de la etapilla.
Todo bien, hasta el incidente final. Y es que como hoy no venía sherpa-Kala, y habíamos pasado unos cuantos charcos apestosos sin el más mínimo percance, al pasar por unas rocas que bordean el río (que hemos pasado cientos de veces), sh-X perdió pie. Ete y yo estábamos parados y lo vimos todo como en cámara lenta. La manera más acertada de describir la caída es la siguiente: ¿habéis visto el episodio de los Simpsons en el que Homer se cae al precipicio? No la primera caída, sino la segunda, la de la ambulancia que da marcha atrás y deja caer la camilla con Homer malherido; pues así es como cayó Domingo, rebotando por la pendiente hasta que entró en el agua ¡de bruces!.
Otro día llevo la cámara encendida, pero esta vez sólo acerté a tomar la foto de Domingo ya incorporado, en pie en el río. Llegó a Segovia como si fuera de otra película: todo limpito, mientras Ete y yo estábamos llenos de salpicaduras de barro.

Luego sherpa-Xomin se vengó (aunque involuntariamente) al empaparme cuando se le soltó el pitorro de la manguera con la que estábamos limpiando las burras. ¡Qué le vamos a hacer! Todo sea por unas risas...

Os lo perdísteis, por no salir, gañanes.

Trialera: Dícese de la parte del camino donde tus huevos abandonan su lugar para hacerle compañia a la garganta.