viernes, 4 de marzo de 2011

¡Como un enano!

Mirad cómo disfruta el bicho este:



A Hill in Spain ,by chris akrigg.

En otro orden de cosas, y aprovechando la situación meteorológica, mañana pretendo recuperarme de la semanita que he tenido, con su poquito de fiebre y su continuo dolor de cabeza. Así que yo saldré de paseo a las 10'30 y pasaré a las 10'45 por Kandiland, a ver como está la nieve por la que ha pedaleado esta mañana David Kamorka.

Si los demás tenéis otros planes, dejadlo en los comentarios, que yo no estoy para muchos trotes.

domingo, 27 de febrero de 2011

El día que se nos congeló el Pingarrón

Mira tú que quedamos a las 6 de la mañana en el Azoguejo para que a los niños les dé tiempo a ir a misa de 12 y a comer con la familia, y allí no había nadie. Me vuelvo a la cama, echo un sueño, y cuando aparezco en segunda convocatoria, todos que si he puesto mal la hora, que si me equivocado... ¡Unos dormilones informales es lo que sois, gañanes!

El que me ha dado envidia ha sido Boli, que nos ha adelantado con su auto, que iba a comprar unos churritos p'a tomárselos con su señora.

El caso es que a pesar de la "indefinición horaria" al final hemos salido más o menos juntos Ete, sh-Sherpa, Chomin y un chavalín jovencito, un tal Roci, o Rino, o Güini, no sé. Soplaba un viento feo e incómodo, pero que arrastraba las nubes para dejar un bonito día, a pesar de las previsiones. Algo fresco, eso sí.


Ete, que se fía de lo que ve por la ventana, salió enseñando cacha. Debió de pasar un frío del carajo (o más), sobre todo a partir de Cotos. Pero, por supuesto, no lo reconoció. "No, tengo un poco destemplados los deditos, pero voy bien". ¡¿Bien?!. ¡Cagüental, si hacía un frío que había pájaros muertos en el suelo!.


Tábamos animadejos, y decidimos hacer la aproximación a la subida de Cotos por los senderos a la izquierda de la CL-601, los que salen del CENEAM.

Y no sé que está pasando, porque -la verdad- se me están desmoronando todos los pilares: El sh-Sherpa se quejaba de que el terreno era muy salvaje e irregular, con muchas subidas y bajadas... ¡Pero bueno, señores! ¡¿Semos sherpas u qué semos?! Me preocupa este cambio de mentalidad. No sé, quizás sea verdad que se está haciendo mayor. Le mantendremos en observación.


Ete, por su parte, era un constante "Yo voy tirando, si no os importa". Parecía de otro equipo.


La verdad es que, bien pensado, tienen razón y excusa. Esta semana creo que se han hecho dos entrenos de 20 kilómetros, y ya no tenemos edad. Me preocupa un poco, porque por los tiempos que hacen, la cosa tiene pinta de que van a mejorar mi plusmarca mundial en la MM de Segovia, y mi vuelta a las pistas para la revancha está un poco jorobadilla. Me preocupa, repito.


Paramos un rato. Volvemos después de la publicidad.

En el Sherpa Loco no anunciamos cualquier cosa.
(...)

Ya estamos de vuelta. Comento que vadeamos multitud de riachuelos. P'arriba y p'abajo. Chomin disfrutaba como un enano, Roci hacía caballitos, Ete y sh-Sh gruñían. Yo...

...Yo no sabía lo que se me venía encima.


Paraba de vez en vez para hacer fotos. Yo no sé si es que no me oían gritar o qué pasaba, que no me esperaba nadie.


Y eso que las fotos las tenía que hacer hoy el sh-Sherpa. Pero como no se conoce el oficio, que le echaron del curso CCC de fotografía a distancia por falta de asistencia, lo único que hacía era sacar alguna foto cuando paraba. ¡Asín culaquiera!.

Y para una que hace, es para humillarme. Claro, visto así, parece que me subí todas las cuestas a pie.


Esta ya es mejor. "El cazador cazado, el cazador cazado" decían todos los sherpas al unísono. Lo que tengo que confesar, además, es que ésta fue la primera de unas cuantas caídas más. Tuve el día "croqueta", como dirían los Kamorka.

Fijaos en cómo se clavó la rueda delantera.
Empapadito para el resto de la etapa. En la foto ya me he levantado, pero toda mi mitad izquierda estuvo por unos momentos sumerjida en profundidades abisales. Incluso el casco estuvo chorreando durante unos minutos más. Menos mal que ya se acerca el verano y la temperatura hoy -al menos en este lugar- estaba algún gradito por encima de cero. No mucho.

Continúo la marcha acompañado de mis queridos sherpas-Judas.


Afoto en las proximidades de la fuente de la Cantina, pero en una cota superior.


Al pasar el arroyo del Cancho nos encontramos con un grupo de miles de mtb'ers, que no tenían demasiada pinta de ponerse en marcha. Alguien me debía de conocer, porque dice el sh-Sherpa que me saludaron, pero yo no lo oí. Y no lo hice porque andaba a otras cosas: No me dió tiempo a guardar la cámara y al pasar el puente a una mano casi me mato beibi (hoy una caida más no la habría notado, ya puestos). Ya pasado el puente, con una sola mano no pude cambiar para subir la cuesta y casi me atranco. Un desastre.


En el trocito de asfalto coincidimos con el chaval que ha puesto la tienda nueva (¿nombre?), e inmediatamente, saltan chispas: "¡¡Halaporél, halaporél...!!". El Roci, pos eso... como un poseso. Los dos dale que dale, pero paran antes del desvío que coge el Camino Viejo del Paular. ¡Si lo llego a saber, me luzco un poco!. No sabemos dónde iba, pero no le volvimos a ver.


El Camino Viejo del Paular era un lujo. Pero un lujo de barro, nieve y hielo. Apretando los dientes, pudimos con él. Se clavaban las ruedas que daba gusto. Algunos tramos los hicimos a 4'5 kph, justo en el límite de ir marchatrás. Pero sin bajarnos, ¿eh?, que semos sherpas. (Así me duelen ahora, mientras escribo, los puñeteros riñones).


A medio camino, el Güinidepú rompió un radio. ¡Vaya bici se ha comprado! ¡Todo roto!. Le adelantamos mientras le decimos adiós con la manita y le tiramos besos. ¡Para una vez!.


Chomin y yo, luego el sherpa-Sherpa, esperamos en el principio del sendero final para reagruparnos. El Roci, en su línea.


El puntito que se ve detrás es el sh-Ete (sus recuerdo que ayer se había metido 20 kilómetros p'al cuerpo).


Un tramito de sendero al final, sin nieve ni barro. Habría sido un lujo si no me hubiera caído una vez más, dándome en la mismísima y puñetera espinilla con una raíz traicionera de tamaño descomunal, que me provocó un par de agujeros de profundidad no despreciable. Tampoco me voy a quejar demasiado, porque a estas horas (son las ocho y diez) tengo todavía la zona dormida, y no siento nada... mientras no me la roce con algo. Gajes de sherpa.


El último tramito estaba congelado y había que pedalear conteniendo la respiración, ya sabéis.



Arriba nos encontramos con los Segobike, que estaban tomando el solete. Dicen que se apuntan a la Calamares de este año, a la que, por cierto, hay que poner fecha.

NOTA: Así, entre nosotros, os comento bajito que Chomin me dijo el otro día que tiene pensada una variante de bajada. Pero es secreto, no lo comentéis.


Ete se despide. Pero nuestras engañifas en esta ocasión surtieron efecto: "No, que es cuesta abajo, que llegamos rápido, que tal, que cual...". Parece que no nos conoce.


Total, que tiramos hacia el refugio del Pingarrón, para asomarnos a ver cómo estaba la zona del arroyo de la Angostura. Y la cosa no estaba demasiado bien. Todo lo blanco que veis es nieve pisada y helada.


Nos costó unos cuantos resbalones llegar hasta el refugio. Tomé esta panorámica.


Entramos en el refugio, un sitio coqueto, calentito y bien cuidado. Lo anotamos en nuestras agendas para alguna excursioncilla en algún tiempo venidero.


Y nos disponemos para la vuelta, visto que la bajada hacia el otro lado estaba pelín fastidiada, y que no nos iba a dar tiempo. Así que nos quedamos sin visitar el Monumento al Guarda Forestal, que era lo previsto. Ete y sh-Sherpa respiraron con alivio. Roci, que ya empezaba a quejarse, también.

Sherpa Tinki-Winki.
Difícil el escape desde el refugio hasta la carretera que conduce a Cotos, pues aparte de que todo estaba helado, el viento lateral nos hacía desplazarnos sin remedio hacia la izquierda. Parecíamos patos mareados encima de las bicis; por lo menos, yo. Algo se verá en el vídeo.

Vuelta por el Camino Viejo del Paular, de nuevo, pero con alguna variante. Lo que no varió fue mi propensión a visitar de cuando en cuando el duro y frío suelo. , vicios que uno tiene.

Al poco de comenzar a bajar, vemos que Chomin (iba el primero en la bajada, por variar un poco) está de charla. Era nuestra fan número uno, Toñi, con toda la gente de sigueelsendero, supongo, porque eran unos cuantos. Por cierto, más veloz que yo, ya ha publicado la entrada en su blog, en la que nos nombra.


Un poquito más abajo, Chomin y yo pensamos que la bajada ya nos la sabíamos, así que embaucamos al resto, cándidos sherpas, con las ya consabidas artimañas. Desvío en el arroyo del Infierno (!) para continuar por el del Paular. No se quejarán; un poquito de nieve y mucha diversión, con el añadido extra de una nueva caída del que escribe, traicionado por el hielo traidor y traicionero. Nada que un mes de reposo absoluto no pueda solucionar.


Esta foto no sé dónde es, que ya tengo un lío... Creo que se trata de Ete y Roci, que remontaron el arroyo del Paular para encontrar un vado. Yo, como con mis NW Artic estoy encantado, no me importó meter el pie.


Desde aquí, los tres sherpas traidores nos dejaron solitos a Chomin y a mí. Ya he dicho que de Ete y sh-Sherpa no me extraña tanto, pero sí del Rinoceronte.

Esto es un aviso para padre JAS: No sabemos qué le pasa a tu chico, pero últimamente no acaba las etapas. Mucha mariconá de campeonatos puntuables para no-sé-qué, y cuando las cosas se ponen serias (léase etapas sherpas), que si no puedo, que si tengo mucho frío, que si se me ha rot un radio... He oído, además, -desmentidme si no es cierto- que ¡NO HA HECHO LA MILI!.

¡¡¡¿Dónde se ha oído que con 24 añitos se pueda tener frío?!!!

Se pueden seguir sus aventuras (apócrifas) en el Feisbuc ese.

Que sepáis que Chomin y yo anduvimos por territorios inexplorados, descubriendo, cartografiando y nombrando nuevas fuentes (fuente de los Vadillos o fuente de la Cueva) y trabando amistad con tribus de amazonas salvajes que desconocen el pudor (o bien que lo disimulaban).


Fuente de la Tapa de Lata de Atún (dijo Chomin). A mí me pareció un nombre demasiado largo.



No hay fotos de las amazonas porque no son dadas a dejarse fotografiar. Pero nos dejaron sus teléfonos, que no os daremos. Otra vez os venís con nosotros, que ya os vale irsus por el asfalto, teniendo el indómito Eresma para acompañar vuestro pedalear.



En la foto se ve el cuentakilómetros sujeto con una brida. Y es que en alguna de las decenas de caídas que hoy sufrí (disfrutasteis), se partió el soporte, además de girarse el gepese en el suyo. Más gajes.


Panorámica del Pontón, que hoy tenía olas (marejadilla a marejada).


Cuelgo el camino hecho hoy en el Wikiloc, y os viso que en cuanto pueda, cuelgo el vídeo que he grabado en la bajada de Cotos. ¿Fale, sherpas?.

Que son las nueve y veinte y ya está bien.



Y el vídeo de la bajada desde el Pingarrón hasta la pista antes del Eresma. Alguna caída, muchas quejas y lloriqueos...


Trialera: Dícese de la parte del camino donde tus huevos abandonan su lugar para hacerle compañia a la garganta.