sábado, 18 de agosto de 2012

Fui a Pájaros y cogí una liebre

Queridos sherpa, espero que al recibo de la presente os encontréis bien. Yo, un poco maltrecho por la estúpida caída (liebre) de ayer. Completamente parado y en zona de pedruscos, me hice heridillas varias; pero lo peor fue cuando vi, al limpiar las gafas en casa, que tenían un par de rayones malos. La verdad es que no me molestan al ponérmelas, veo bien... pero es un fastidio: llevo con ellas solo un par de semanas.

Por lo demás, fue una salida interesante en la que compartimos pedaladas con nuevos amigos: Fidel y Alberto,  primo y amigo de Boli respectivamente.


Además, el mismo Boli, Pedro, Pablo y Jorge. Lo previsto era subir a la laguna de Pájaros y, como veo que la etapa está bastante bien cubierta -gráficamente hablando-, lo que voy a hacer en esta ocasión es hablar poco y dejar que las imágenes hablen por sí mismas, que el trabajo de editarlas y, sobre todo, ordenarlas, ya es bastante.


Copyright de las fotos, Jorge, Boli y yo mismo.


Subiendo desde la fuente de la Plata hacia los Tobarejos. La cacera está seca.


Un poquitín de asfalto por El Balconcillo.


Camino forestal de Majalapeña, hacia la fuente del Chotete.


Todavía con un buen caudal. Y fresca.



Dos Cabañas, después de cruzar el Carneros.


Hala, t'o p'arriba.





Durante un rato el grupo se rompe para subir según nos apetezca: más largo y llevadero o más corto y empinado.


(Esto es lo empinado)


Al final nos reunímos en la fuente del Raso del Pino. También tiene agua y también está frsca.



Desde el Raso del Pino, el camino a Pájaros sigue hacia arriba. Al principio es perfectamente ciclable.


Pedro está como el vinagre: ¡Algo más de cinco horas en la Perico! Alberto solo un pelín más.

Un poco más adelante comienzan a aparecer las primeras piedras.


Y aquí ya la cosa se pone bastante malita. Enm algún tramo, sin embargo, alguno lo sigue intentando.


A 1885 metros paramos para encontrar la Fuente Fría.


Un poco escondida, pero allí estaba. ¡Waypoint p'al saco!



Fijaos, la vereda de la que os hablé; tendríamos que haberla buscado desde más arriba, aunque, como lleva el nombre de la fuente, me despistó. A ver si esta semana me pongo a buscarla...


Hala, otra vez para arriba; cada uno como pueda.


¡Jorge, te tengo dicho que no me hagas estas fotos!


Jorge y Pedro en Fuerapinos. Matabueyes al fondo.


Aquí ya no me avergüenza salir empujando: ¡no hay otra forma!


Dediqué infructuosos minutos buscando la fuente de las Moreiras. Otra vez será.


Esperan en el sendero, observándome desde arriba, Pedro y Jorge.


Pedro se tiene que volver, que es el cumpleaños de Olga y no puede llegar tarde. Esta vez le damos permiso.


Con la bici a la espalda se sube mejor este largo tramo. Tenemos que probar un súper-invento que nos explicó hace poco nuestro amigo onubense Carlos para cargar la burra aprovechando la mochila.


Asoman Los Claveles.


Los que no se han entretenido buscando fuentes ya están casi arriba.


Pero no tardamos en llegar al collado.

La última cuestecilla, pedaleando. Además, así se relajan algo los gemelos antes de parar a tomar algo y afrontar la última loma.





Fidel se da a la bebida.


Hala, los últimos 150 m de desnivel. Parecen ocos, pero cuestan lo suyo.


Sherpol... ¡¿Qué haces bajado?!


Ya en la laguna.




Agua purisísisisima.



El Paular, Rascafría, Lozoya...





El desagüe de la laguna.



Panoramic.


Por fin, descendiendo.



Se pierden entre lo verde.


Alberto es de carretera, pero bajó bastante bien. Prácticamente toda la bajada -con cuidadín- la hacemos montados.


Fidel cogiendo confianza.


En la foto de Jorge aparezco justo después de la liebre. El terreno en el que me caí era como el que aparece en la foto. Completamente parado, al ir a reanudar la marcha se trabó la rueda delantera y caí de morros al más puro estilo sumajestadjuancar.


Y esta la cara que se me quedó.


¿Premonición? El waypoint "liebre" marca el sitio de la caída, que en el mapa se llama...


La bajada la hacemos atravesando para buscar el recorrido del Carneros. Desde El Chotete nos desviamos para El Balconcillo, que también tiene su aquel.


Unos y otros nos vamos esperando. Yo bajo con precaución, algo dolorido por el golpe.




Algo ha pasado por allí arriba. Ya sube Boli.


Pequeño percance de Alberto. No ha llegado a caer, pero se ha hecho daño. Esperemos que ya esté recuperado. De todos modos, y por si acaso, bajó por el asfalto.


Los demás, a lo nuestro:



Y había que hacer una foto a la fuente de la Teja, que nunca paramos cuando pasamos. Por cierto, algún día nos la vamos a tragar.


Fin de fiesta al modo tradicional. Muy bonita etapa y estupenda compañía.


Gráfico de la etapa, con un perfil que resulta de una simetría insuperable. Se sube y se baja. Yastá.


Las fotos de Jorge, pinchando aquí.
Y las mías:



Cuando Boli abra una cuenta en SkyDrive (Hotmail), también las pondré. Que esto de que tanta gente haga fotos, aunque dé trabajo, mola bastante...

Trialera: Dícese de la parte del camino donde tus huevos abandonan su lugar para hacerle compañia a la garganta.