La del pasado domingo fue una etapa multitudinaria, ya que raramente nos juntamos más de cuatro o cinco sherpas. Sin embargo, en un día en el que la meteorología no parecía, en principio, demasiado propicia, nos reunimos hasta diez ciclistas o lo que quiera que seamos. La novedad fue Lucio, de Valsaín, que aun desentrenado aguantó una etapa dura, rompepiernas y estallapulmones. No me voy a entretener en describir lo que hicimos este pasado domingo; simplemente diré que subimos por la cacera del cerro del Puerco, empalmamos por la vereda de las Vueltas y subimos hasta la fuente del Intendente para, después de pasar por el poste del telégrafo, bajar por Majarrompe y por la fuente de la Charca de la Rana. Sufrimos, disfrutamos, nos reímos e hicimos nuevos amigos, como es el caso de Fermín, que nos cayó tan bien, tan bien que finalmente nos lo comimos. Que así somos los sherpas de cariñosos.
Niebla en el bosque, colores otoñales ─los helechos, los acebos, los robles...─, niebla en las alturas y terreno pesado de veras, de ese que llamamos "velcro" y que hizo del último tramo hasta la fuente un verdadero infien-no. Pero sherpas, mientras podamos, seguiremos regando, y bien regado, el suelo de la sierra con nuestro sudor. ¡Yoma ya!
Niebla en el bosque, colores otoñales ─los helechos, los acebos, los robles...─, niebla en las alturas y terreno pesado de veras, de ese que llamamos "velcro" y que hizo del último tramo hasta la fuente un verdadero infien-no. Pero sherpas, mientras podamos, seguiremos regando, y bien regado, el suelo de la sierra con nuestro sudor. ¡Yoma ya!
Aquí va un resumen gráfico del etapón. Y como me vais a pagar lo mismo, he hecho con las fotos lo que me ha dado la gana, que me he tirado un rato y me lo he pasado pipa editándolas y jugando con ellas. No sé que os parecerá a vosotros, pero en algunas creo que se aprecian algunos momentos de sufrimiento del bueno, del fetén. Pinhad y ampliadlas; revivid la etapa, pero esta vez calentitos y relajados, sentados en la silla, sin que os duelan los riñones.
Y rezad una oración por Fermín. Amistad breve, pero intensa.
Quiero terminar (rematar del todo) esta crónica con unas palabras dichas desde lo más jondo de nuestro corazón sherpa y con todo nuestro sentimiento; en ellas está resumida y reconcentrá la filosofía de nuestro grupo y son palabras sabias que deberíamos aprender de memoria. Su significado se me escapa, se me escapa mucho. Ni su propio autor ─alabado sea por este regalo impagable─ fue capaz de explicar qué las hizo salir de su boca, pero ahí están. Las palabras son como sigue, atentos:
"Homem si les hierve era peluche a esas setas
voy a endematá, si no no"