domingo, 21 de junio de 2015

En recuerdo de todos los véspidos y de sus familiares

Tras el despiadado ataque de una avispa asesina entrenada para matar por Boli (tendrás pronto noticias de mis abogados) este finde me he quedado en el dique seco.

Bonita reacción local hasta el mismísimo codo.
Y ya van tres días. ¡Qué aburrimiento!
Parte de la tropa ha aprovechado para levantarse hoy más tarde (ya es casualidad) y darse una mini-vuelta por el Chozo. 

 

Como parece que no están por la labor de hacer crónica y yo tengo sólo una mano disponible (lo cual me deja un dedo, pues servidor es de la escuela clásica de tecleo con un dedo por mano), esto es lo que hay y así lo dejo.

Además de que un poco mosqueado sí que estoy, ya que en la entrada anterior se me olvidó presionar a los lectores y, de nuevo, volvemos a las andadas y el tema de las entradas no mejora.

¡Gañanes!

Acabo de caer en la cuenta de que el próximo fin de semana no estamos ni Pablo ni yo... ¡¿Qué va a ser de esto?!

Trialera: Dícese de la parte del camino donde tus huevos abandonan su lugar para hacerle compañia a la garganta.